2012- 2015. Proyecto de Investigación y Desarrollo EDA-25995603: “TERRITORIOS EN DISPUTA”: PROCESOS DE PATRIMONIALIZACION Y CONTRA-PATRIMONIALIZACION DE LUGARES DE MEMORIA INDIGENA EN LA PROVINCIA DE SAN JUAN (REP. ARGENTINA)”. Proyecto acreditado y financiado por la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Catamarca. Resolución Rectoral 265/12. Directora: Lic. Ivana Carina Jofré
2011-2012. Proyecto Grupal: MEMORIAS DE LUCHA WARPE. HISTORIA DE VIDA DE UNA COMUNIDAD, financiado por el Fondo Nacional de las Artes en la categoría Becas Proyectos Grupales convocatoria 2011. Duración 12 meses.
2010-2011 Proyecto de Voluntariado Universitario: “ENSAYOS PARA UNA CONSTRUCCIÓN COLECTIVA DE CONOCIMIENTOS Y SABERES LIGADOS A LA MEMORIA INDÍGENA. Proyecto avalado y financiado por el Ministerio de Educación de la Nación- Secretaría de Políticas Universitarias, Programa Nacional de Voluntariado Universitario. Duración: 12 meses. Proyecto Cerrado
2009-2010 Proyecto Grupal: “HISTORIAS LOCALES NARRADAS A TRAVÉS DE LOS OBJETOS: MUESTRA ARQUEOLÓGICA EN LA UNIÓN VECINAL DE RODEO (SAN JUAN)”, financiado por el Fondo Nacional de las Artes en la categoría Becas Proyectos Grupales convocatoria 2009. Duración 12 meses. Proyecto Cerrado
2009-2010. Proyecto de Voluntariado Universitario: “HISTORIAS LOCALES NARRADAS A TRAVÉS DE LOS OBJETOS: MUESTRA ARQUEOLÓGICA EN LA UNIÓN VECINAL DE RODEO (SAN JUAN)”. Proyecto avalado y financiado por el Ministerio de Educación de la Nación- Secretaría de Políticas Universitarias, Programa Nacional de Voluntariado Universitario. Duración: 12 meses. Proyecto Cerrado
2008- Proyecto “CREACIÓN DEL MUSEO ARQUEOLÓGICO DE LA UNIÓN VECINAL DE RODEO”, proyecto impulsado por el Colectivo de Arqueología Cayana y la Unión Vecinal de Rodeo, Departamento Iglesia, Provincia de San Juan. Con apoyo y financiamiento de la Unión Vecinal de Rodeo y Fundación AVON.
2006-2010. Proyecto Iniciación Docente: “ARQUEOLOGÍA EN SAN JUAN: INVESTIGACIÓN Y TRANSFERENCIA EDUCATIVA PARA LA PROMOCIÓN SOCIOCULTURAL”. EDA 25995603, proyecto acreditado y financiado por la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Catamarca. Res. C.S. N° 012/05 Exp. 2177/05. Res. Rectoral N° 0602/05. Exp. 02054/05. Duración: 4 años. Directora: Lic. Ivana Carina Jofré. Proyecto Cerrado
2006-2008. Directora de Proyecto Federal de Innovación Productiva: “TRANSFERENCIA EDUCATIVA EN RELACIÓN A LA ARQUEOLOGÍA PARA LA PROMOCIÓN SOCIOCULTURAL EN LA PROVINCIA DE SAN JUAN”. Proyecto acreditado y financiado por la Secretaría de Ciencia y Tecnología e Innovación Productiva del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación. Convenio 099/ Exp. S.C.T.I.P. 0839/05. Duración 2 años. Directora: Lic. Ivana Carina Jofré. Proyecto cerrado
ESPACIO EN CONSTRUCCION
Artículo publicado en el año 2008 en la REVISTA CHILENA DE ANTROPOLOGÍA Número 19: Patrimonio Cultural y Sociedad: Cuestionamientos, Desafíos y Posibilidades. Tomo 2007-2008: 117-141. Santiago de Chile.
“EN LA RADIO HAN DICHO QUE NO SE PUEDE TOCAR NADA…” REFLEXIONES SOBRE EL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO EN LA PROVINCIA DE SAN JUAN (República Argentina)
Carina Jofré y Gabriela González “Cayana”: Colectivo de Arqueología. Escuela de Arqueología, Universidad Nacional de Catamarca. Avenida Belgrano 300. Predio Universitario, Pabellón Norte. San Fernando del valle de Catamarca, Catamarca. República Argentina.
Resumen: Cuando los/as arqueólogos/as hablamos de protección, conservación y revalorización del patrimonio histórico y cultural solemos referirnos a aquellas pautas y reglamentaciones que como grupo selecto estamos autorizados a recomendar. ¿Pero qué sucede con aquellas ideas, conceptos y significados que los sujetos y comunidades no científicas o académicas poseen acerca de su propio patrimonio histórico, arqueológico cultural? Definir a priori las características y significados de los bienes culturales de las sociedades ha sido siempre la política imperante en nuestro país, y someter esta situación a crítica debería ser una prioridad de la agenda de las investigaciones. Consideramos que es de suma importancia conocer aquel mundo de significaciones que crean y recrean los sujetos y comunidades, como una forma de involucramiento sincero con el trabajo arqueológico que realizamos. En relación a esto, aquí nos referimos a algunos aspectos de una investigación arqueológica que actualmente se encuentra en curso en la Provincia de San Juan. Enfatizamos la relación que los agentes sociales y algunas comunidades entablan con el pasado indígena, sus elaboraciones de los usos y significados del patrimonio cultural arqueológico. Palabras claves: patrimonio arqueológico, significaciones sociales, San Juan.
“IN THE RADIO THEY HAVE SAID THAT NOTHING CAN BE TOUCHED…” REFLECTIONS ABOUT THE ARCHAEOLOGICAL HERITAGE IN SAN JUAN (ARGENTINE).
Abstract: When archaeologists speak about protection, conservation and revaluation about the historical and cultural heritage we usually talk about those guidelines and regulations we are authorized to recommend as a select group. What happens to those ideas, concepts and meaning that the actors and academic or scientists communities have about their own historical, archaeological cultural heritage? To define beforehand the characteristics and meaning of the cultural goods of the societies has always been the prevailing policy in our country, and to make a reflection about this situation must be taken as a priority of the investigations. We considered it is very important to know those meanings that the agents or actors and communities create and recreate, as a real way of becoming part of the archaeological work we make. In this way, we will talk about some aspects of an archaeological investigation in course in San Juan, Argentina. We want to emphasize in the relationship that the social agents and some communities make about the indigenous past, their elaborations of the uses and meanings of the archaeological heritage. Key words: archaeological heritage, social meanings, San Juan.
BREVE CARACTERIZACION DE LAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA PROVINCIA DE SAN JUAN
La meta de la ciencia decimonónica era deshistorizar al indio, negarle su identidad y cultura (Stagnaro1993), mientras que las campañas militares se encargarían del exterminio físico de lo indígenas y la posterior ocupación de sus tierras. Dentro de este proyecto de nación en Argentina se generaron políticas culturales que recortaron, suprimieron, privilegiaron y conservaron determinados campos del patrimonio cultural (Pérez Gollán, 1989). En este proceso, el Estado y algunos sectores privados fueron asumiendo el papel para definir el patrimonio cultural que correspondería a la nación argentina. En la provincia de San Juan, la transformación de lo indígena en objetos y sitios arqueológicos susceptibles de integrar el patrimonio arqueológico de la provincia fue un proceso iniciado por las élites locales que, de una manera u otra, fueron apropiándose física y simbólicamente de la cultura material indígena, sobreponiendo así sus interpretaciones sobre el pasado local. La historia indígena se convirtió en la Prehistoria provincial que, ubicada en un pasado lejano, se diferenció del pasado histórico provincial más cercano. La Prehistoria fue atribuida a esas “otras sociedades” que poblaron la provincia y que hoy se presumen desaparecidas. Lo indígena fue asimilado a la naturaleza -más cercana a lo salvaje y bárbaro- y separado de la “cultura provincial sanjuanina”. La historia de las investigaciones arqueológicas en San Juan puede situarse desde el temprano trabajo de Aguiar (1900), al cual siguieron algunas breves pero conocidas publicaciones en la provincia, muchas de las cuales no tuvieron resolución de continuidad (Berberian, Calandra y Sachero, 1968; Berberían, Martin de Zurita, Gambeta, 1981; Beorchia Nigris, 1973, 1985; Canals Frau, 1953; Castro y Castro 1979; Debenedetti, 1917; Díaz Costa, 1957; Gonzalez, 1967; Iribarren Charlin, 1952; Prieto, 1991; Sachero, 1976; Shobinguer, 1962, 1964; Vignati, 1934, entre otros).
Por su parte, desde fines de 1960 se comenzó a desarrollar en la provincia una monolítica línea de investigación dirigida por Gambier y posteriormente por Michieli. Entre algunas de sus conocidas publicaciones pueden mencionarse: Gambier (1970, 1971, 1974, 1975a, 1975b, 1976, 1977a, 1977b, 1987, 1992, 1994, 1997, 2001, entre otros); Gambier y Sachero (1969, 1970); Micheli (1970, 1983, 1996, 1998, 2000, 2004); Riveros (2004); Riveros y Varela (2001). Estas investigaciones fueron desarrolladas desde el recientemente denominado “Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo “Prof. Mariano Gambier” (dependiente de la Universidad Nacional de San Juan), extendiéndose por casi toda la provincia y abarcando diferentes lugares y periodos de ocupación indígena prehispánica. Salvo algunos trabajos de Micheli, en los cuales se abordó el estudio de algunos momentos históricos de introducción española y colonia (aunque siempre con énfasis en la interacción con sociedades indígenas) (Micheli, 1983, 1996, 1998, 2000, 2004, entre otros) en la provincia no se desarrollaron otras líneas de investigación que se embarcaran en otros tipos de estudios arqueológicos como, por ejemplo, temas relacionados con la historia reciente. Es posible que esta situación tenga relación con la sedimentada percepción local de la arqueología como una disciplina solamente dedicada al estudio de sociedades indígenas de épocas prehispánicas. Otras investigaciones arqueológicas y antropológicas se han venido desarrollado en San Juan, algunas de ellas se han afianzado más recientemente desde centros de investigaciones fuera de la provincia (Barcena, 1989, 1991-1992; Consens, 1991, 2001; Damiani, 2002; Escolar, 2003, 2007; Garcia, 2003, 2004; Jofré et al. 2006, 2007, 2008a, 2008b; Jofré, 2008; Podestá y Rolandi 2000, 2001; Podestá et al. 2006; entre otros).
Tal y como lo sostiene Politis (2003, 2006a), en nuestra área de estudio predomina el enfoque histórico cultural caracterizado por una jerga descriptiva que organizó la cultura material indígena en un marco temporal de culturas, períodos y fases (ídem). Particularmente estas investigaciones locales se definen por un escaso desarrollo teórico acompañado de metodologías que adoptan las topologías y seriaciones cerámicas afanadas por establecer secuencias que homologan la variabilidad arqueológica en unidades estratigráficas significativas (ídem). Podemos afirmar que en el caso de San Juan hay una tendencia hacia este enfoque con una orientación ecológica, cuyas interpretaciones acerca del cambio cultural surgen en relación a modificaciones ambientales, dando prioridad a las explicaciones que hablan de adaptaciones ecológicas de los sujetos en ambientes hostiles (Jofré 2008). No obstante, esta arqueología ambiental no ha creado datos locales o microregionales detallados tal y como lo argumenta Politis (2003, 2006a) en su caracterización de esta línea de investigación en un contexto mayor.
Un rasgo característico de estas investigaciones en San Juan es que los investigadores han coincidido en sus interpretaciones, algunas de corte nacionalista, acerca de la discontinuidad cultural y biológica entre los sujetos indígenas del pasado y las poblaciones actuales. Algunos investigadores han sido más categóricos que otros al respecto (Beorchia Nigris 1985; Consens, 2001; Gambier, 1975, 1976, 1977a, 1977b, 1987, 1994, 1997; Micheli, 1983, 1996, 1998, 2000, 2004; García, 2004; Shobinguer, 1964). La alteridad indígena fue relegada al pasado, negándose su permanencia en el presente, como modo de distanciamiento del objeto de estudio creado (Gnecco 1999). Sobre esta negación se construyó una secuencia arqueológica regional mensurable con grados de menor a mayor complejidad, compuesta por “culturas indígenas desaparecidas” (Jofré 2008).
Desde el pensamiento tipológico (Gnecco y Langebaek 2006), aquella arqueología normativa plantó sus bases sobre la idea de una dicotomización entre pasado y presente. Con ello restringió su teoría y práctica al pasado, descartando así la posibilidad de involucrarse en las problemáticas y conflictos sociales del presente y, sobre todo, pregonando la idea de que el pasado era un tema clausurado cuyo tratamiento en el presente sólo posee una importancia para el estudio científico como testimonio de la historia de las culturas y civilizaciones. Algunas investigaciones han empezado a revertir este distanciamiento entre las investigaciones y las comunidades involucradas poniendo en crisis las categorías conceptuales más empleadas de la arqueología sanjuanina y evidenciando las consecuencias últimas de estos discursos arqueológicos en el presente. Así, por ejemplo, los estudios etnográficos de Escolar han demostrado que, si bien las interpretaciones científicas mencionadas tienen un impacto sociocultural profundo al generar un corte y vaciamiento histórico (Jofré et al. 2008a), algunas comunidades locales suelen emplear las mismas “monumentalizaciones arqueológicas” para reinterpretar su presente-pasado en términos de continuidad (Escolar, 2003).
Nuestras investigaciones, de las cuales intentamos dar cuenta en este artículo, pretenden desarrollar una arqueología desde una “construcción colectiva de conocimiento” (Jofre et al. 2006, 2007, 2008b). Desde comienzos del 2006 hemos venido trabajando acerca de la importancia de rastrear las representaciones sociales y sus modos locales de narración, vinculados a “lo indígena” y “lo arqueológico”, con el fin de situar nuestras propias investigaciones en el marco de las problemáticas locales, tratando de generar una apropiación social positiva de las comunidades involucradas. Vale decir que algunos trabajos de la Arqueología Social Latinoamericana plantearon ya la necesidad de una arqueología socialmente relevante y comprometida políticamente (Lumbreras, 1974; Sanoja y Vargas 1995) marcando una ruptura con las concepciones neopositivistas de la arqueología de fines de los años ‘60 (Navarrete 2004). En la actualidad, trabajos como los de Angelo (2006); Gnecco 1999; Gnecco y Langenbaek (2006); Haber (2005a, 2005b); Nastri (2004); Navarrete (2004), han enfatizado la perspectiva critica y conciente de la situación neocolonial del contexto latinoamericano y sus consecuencias últimas en la generación y validación del conocimiento científico construido por las arqueologías locales (Politis, 2006b).
CONSECUENCIAS PRÁCTICAS DE LOS DISCURSOS ARQUEOLÓGICOS EN SAN JUAN
El caso de los medios de difusión educativos. En este recorrido creemos encontrar entonces, la relación constitutiva y el contexto histórico-político desde el cual emerge como tal nuestra disciplina, y en cuyo mismo contexto podemos rastrear los modos tradicionales de establecer “propuestas pedagógicas” para la “puesta en valor del patrimonio arqueológico”. Un patrimonio que se define de todos pero que, contradictoriamente, pareciera ser sólo definido por algunos pocos capacitados “para protegerlo y cuidarlo”. En este sentido, un ejemplo interesante lo constituye una página de internet de Educ.ar, auspiciada por el Ministerio de Educación de la República Argentina, en la cual se puede acceder a información sobre hallazgos arqueológicos de Calingasta, Provincia de San Juan, bajo el título: “De Momias de Leyendas”: Historia y Prehistoria de una región con magia . La página está dirigida a un público en edad escolar, incitando a los lectores a comparar sus respuestas sobre la preservación y conservación del patrimonio arqueológico con aquellas provistas por profesionales arqueólogos en entrevistas que pueden descargarse de la misma página:
-Vas caminando por un valle desierto y ¡oh! de repente ves que a tus pies hay algo similar a un hueso humano. Excavas un poco y te das cuenta de que estás frente a un hallazgo arqueológico muy importante ¿Qué harías entonces?
-¿Ya pensaste una respuesta? Compárala con la que cuenta un especialista. -¿Porque pensás que se les da tanta importancia a los restos arqueológicos? ¿Para que pensás que sirven?
-¿Ya pensaste una respuesta? Compárala con la que cuenta un especialista.
-¿A dónde van las momias que se encuentran en un sitio arqueológico?
-¿Ya pensaste una respuesta? Compárala con la que cuenta un especialista.
La entrevista es realizada a Mariano Gambier y Teresa Michieli, transcribimos una parte de la misma a continuación:
¿Adónde se llevaron las piezas halladas? Todos los restos arqueológicos (tanto los que tienen valor museográfico como los que tienen solamente valor documental) se archivan y conservan en el Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo de la Universidad Nacional de San Juan, como lo establece la legislación provincial de protección de bienes culturales. Algunos son expuestos en el Museo Arqueológico (dependiente del Instituto) donde la comunidad puede conocerlos.
¿Cuál es la función de los museos en relación con este tipo de hallazgos? El Museo, cuando funciona como tal y no como un simple reservorio de cosas viejas, permite la conservación controlada de los restos, su investigación, la revisión de esta investigación cuando se descubren o inventan nuevas técnicas o procedimientos, la protección del patrimonio histórico de la comunidad y la exhibición del mismo con la información histórica que los trabajos de investigación han conseguido.
¿No se descontextúan los objetos cuando se los extrae del lugar en donde los encontraron? Cuando los restos son extraídos por profesionales arqueólogos no se descontextualizan, ya que justamente el trabajo profesional del arqueólogo trata de preservar documentalmente el contexto. Lo contrario sucede cuando algún aficionado hace alguna recolección o excavación porque carece de la formación y conocimiento necesario.
¿Qué le diría a la gente que critica el traslado de las piezas arqueológicas a los museos? Dejar los restos en diferentes lugares sin garantía de conservación, cuidado y estudio no sólo impediría su conocimiento sino que los sometería al riesgo de destrucción en muy corto tiempo.
El mensaje transmitido es aquel que sostiene que los bienes arqueológicos, principalmente, son objetos de valor científico, en detrimento de cualquier significación que los mismos puedan adquirir en contextos de interacción social. Los arqueólogos se representan a sí mismos como “protectores del patrimonio arqueológico”, son quienes posibilitan el conocimiento a la vez que poseen las herramientas conceptuales y técnicas para el “correcto” tratamiento y manipulación de los restos arqueológicos. A través de sus mecanismos discursivos de disciplinamiento (Faucault 2002), la arqueología en San Juan ha construido e instalado en los imaginarios colectivos representaciones segmentadas de las sociedades indígenas, estableciendo los horizontes de aparición y desaparición de estos grupos sociales, relegándolos así a un pasado remoto (Jofré 2008). Ello suma en una visión exotizada de alteridades “desaparecidas” tras la homogeneización blanca de la construcción nacional. Al anular los lazos que pueden construir vínculos identitarios con los sujetos y sociedades indígenas locales, a través de su cultura material arqueológica, se hace posible para la arqueología tradicional vaciar de contenido social la retórica conservacionista que promueve. Al mismo tiempo, este corte y vaciamiento aludido toma los fundamentos del discurso civilizatorio que se erige sobre una pedagogía de tipo lineal que sostiene la idea de que el ‘otro’ es un recipiente vacío, al cual se debe llenar de contenido, transmitirle aquello que yo, como profesional sé y que por tanto él no sabe. Esta postura resulta explicita en la respuesta de los profesionales a la ultima pregunta de la entrevista y en artículos publicados en revistas de divulgación: “La tarea del Museo ha sido, es y será una obra civilizadora” (Gambier y Micheli, 1985: 7). Esta tarea civilizadora comprende a sujetos que “no saben lo que hacen” y por eso son siempre peligrosos agentes destructivos del patrimonio arqueológico, y pocas veces activos productores de cultura con capacidad para otorgar sentidos en el universo de las significaciones sociales a las que está sujeta la cultura material arqueológica.
El caso de la legislación patrimonial provincial
Esta retórica cientificista, que pareciera estar ampliamente reproducida en el imaginario social, es también reproducida por la legislación patrimonial provincial (Ley N° 6.801) (Jofré et al. 2007a), integrándose en los espacios escolares y universitarios. Así por ejemplo, la legislación provincial sobre patrimonio vigente, promulgada en 1997 y asesorada por los investigadores arqueólogos locales, se erige sobre un concepto de patrimonio cultural y natural que los concibe como elementos aislados, homogéneos temporal y espacialmente, y residuales o externos a los sujetos y a la sociedad en general. Existe en esta definición un supuesto invariante de elementos culturales y naturales puros, incontaminados y homogéneos que prevalecen inmutables a lo largo del tiempo. Se desconocen los procesos de significación sociocultural por los cuales las personas en su vida cotidiana recrean y transforman los marcos de sentido para interpretar el mundo y orientar su acción (Giddens, 1984, 1987; Geertz 1988). Estos esencialismos también están relacionados con la llamativa ausencia en el documento de los conceptos de cultura e identidad y su reemplazo por los más frecuentes conceptos de conocimiento científico y desarrollo cultural.
La ley N° 6.801 le adjudica al Estado provincial el derecho legal sobre el patrimonio arqueológico que se encuentra en el territorio, reservándoles el lugar de tenedores a los sujetos que poseen en tutela los mismos, siempre y cuando estos últimos hayan declarado la posesión de dichos bienes. Es decir, la patrimonialización de la cultura material arqueológica indígena implica necesariamente su expropiación por parte del Estado, además de expresar una forma específica de conceptuar y normativizar el pasado indígena (Crespo 2006; Endere 2000). Esto puede apreciarse en las clasificaciones arbitrarias entre patrimonio histórico y arqueológico que posee la ley y en el establecimiento como coordenadas históricas a la instalación de la “cultura hispana” en el territorio, ratificando así la ideología hegemónica e involucrando la ausencia de cualquier cuestionamiento sobre estos eventos de exterminio físico y simbólico de los sujetos y sociedades indígenas (Crespo 2006). La legislación provincial referida provee una clasificación patrimonial en la cual se traslucen algunas de las representaciones que el Estado provincial hace de los Pueblos Originarios (los “otros”) y de la sociedad sanjuanina (el “nosotros”). En toda la declaratoria no se hace alusión alguna a los Pueblos Originarios, indígenas, aborígenes o nativos, solo se hace referencia a un colectivo provincial y regional (Provincia de San Juan y Región Cuyo) en relación a un territorio. Las alteridades y/o identidades indígenas son aludidas de forma indirecta en la ley sólo cuando se refiere “a las culturas anteriores al establecimiento de la cultura hispana en el territorio provincial”. Esta negación ubica en el campo de lo “impensable” todo reclamo de devolución y/o recomposición a los sujetos y/o comunidades que adscriban a identidades aborígenes en la provincia. De hecho, las organizaciones y comunidades indígenas locales no tienen representación en el Consejo Provincial de Patrimonio Cultural y Natural creado por la ley 6.801.
En esta legislación prima la visión del patrimonio arqueológico como objetos del pasado sin vinculación con el presente, testimonio mudo de un mundo perdido. Fue esta cosificación del pasado indígena lo que lo hizo apropiable por parte del Estado en tanto “objeto” de interés y estudio de la ciencia (Crespo 2006). A través de esta ley se establece como único criterio de valoración del patrimonio arqueológico indígena su aporte al “desarrollo cultural” de la Provincia de San Juan. En ella se sostiene que: “Todos los bienes que, conforme a lo establecido en la presente ley integran el Patrimonio Cultural y Natural de la Provincia de San Juan, deberán ser conservados como testimonio para el conocimiento y desarrollo cultural de las generaciones futuras”. La inclusión del lenguaje del “desarrollo” en esta acepción del patrimonio cultural -en el cual se encuentra contenido el patrimonio arqueológico- supone la adhesión a un proyecto político de transformación cultural basado en las experiencias de la modernidad capitalista (Escobar 1991, 2001).
El caso de los espacios escolares en la provincia
Por otra parte, en el ámbito educativo, tras dos años de trabajos de investigación, pudimos constatar sorpresivamente que en las escuelas rurales del Norte de la provincia, los docentes trabajan con material bibliográfico producido por las investigaciones arqueológicas sin previa adaptación para su transposición didáctica o contenidos acordes a las demandas educativas en el nivel inicial y medio en contextos rurales. Los textos mayormente empleados son Gambier (1977a, 1988, 2000) y Micheli (1983). En casi todos los casos, la transposición didáctica se hace sin una valoración crítica de los contenidos impartidos en los diferentes contextos de enseñanza, arrastrando categorías problemáticas (como aquellas señaladas en las secciones anteriores) a la hora de abordar la historia local.
Algunos docentes rurales señalan la ausencia de material bibliográfico que narre la historia local, dado que el material arqueológico e historiográfico a disposición sostiene la extinción aborigen tras la irrupción española, dejando planteado solamente la construcción de un modernidad occidental blanca. De esta manera los maestros se ven obligados a impartir bibliografía referente a poblaciones indígenas actuales de otras regiones de la Argentina, abonando con ello la construcción de un presente aborigen externo y lejano. Esto mismo pudo constatarse en talleres realizados con alumnos de diferentes edades en comunidades como Malimán, Angualasto y Colanguil (Departamento de Iglesia) y Pachimoco (Departamento de Jáchal). En menor medida algunos docentes emplean manuales escolares recomendados por la curricula, sin embargo, en estos casos la situación no es muy distinta, ya que la gran mayoría de dichos textos reproducen historias de aborígenes de los “grandes centros de cultura” como Perú y Mesoamérica, sin referencia alguna a la historia aborigen local.
Los talleres y jornadas llevados a cabo con docentes rurales en el Norte de San Juan pusieron de manifiesto concepciones de la historia como algo lejano, cuya utilidad “rescata” la arqueología para el “conocimiento” del pasado de los “primitivos habitantes”. En cuanto a la categorización de la arqueología como disciplina, los maestros la vincularon con el estudio del pasado a través de restos materiales de grupos indígenas. En relación a esto último, una visión que, tal como hemos mencionado antes, puede ser rastreada en la bibliografía especializada local, los docentes también identifican “lo indígena” como sujetos que vivieron en el pasado, es decir, que ya no están, sin contemplar la presencia de identidades indígenas presentes en la región. Esto se vincula directamente a la concepción de cultura e identidad como elementos estáticos inmutables en el tiempo. Finalmente, al abordar la categoría de Patrimonio Cultural Arqueológico, algunas maestras se remitieron a la idea de que ello solamente integra “cosas materiales”, como restos de elementos indígenas que sirven de testimonio de un pasado remoto y extraño.
El caso de los museos públicos y privados con colecciones arqueológicas
La idea de la desaparición física de los sujetos y sociedades indígenas es constitutiva de la historia provincial y nacional, y ha permitido, entre otras cosas, concebir a los museos de la provincia de San Juan como repositorios; el almacén de los objetos que pertenecen al pasado remoto, que no son de nadie y son a la vez de todos. Los museos con colecciones arqueológicas, ya sean privados o provinciales, de la zona capitalina y del interior de la provincia reproducen la concepción de lo indígena como parte de la naturaleza.
Las salas dedicadas a la arqueología, donde ésta es identificada con lo indígena exclusivamente, se componen de una acumulación de objetos que se presentan como restos materiales dejados por los “indios”, sin una incorporación de los sujetos históricos que los produjeron. Es común que en las muestras museográficas se advierta una relación muy estrecha entre las épocas de ocupación indígena del territorio con las tempranas etapas geológicas de la evolución de la tierra representada, generalmente, por objetos tales como fósiles y rocas minerales. Esto se corresponde con aquella narrativa hegemónica sobre el estado de naturaleza de los pueblos originarios, por oposición al “nosotros” nacional/provincial “civilizado”; retórica central del Estado provincial apoyado en los preceptos sarmientinos naturalizados como escencia de la “identidad sanjuanina”.
Llama la atención que el concepto de Patrimonio Arqueológico no aparece como elemento de los mensajes de la cartelería, audios o en las palabras de los guías que acompañan las recorridas museográficas de estos museos de la provincia. Cuando se habla de patrimonio se lo hace en referencia al Patrimonio Cultural integrado por los objetos y las tradiciones tecnológicas o costumbres de “lo puramente sanjuanino”, esto es, las manifestaciones del pasado colonial hispano y provincial-republicano. A su vez, este “patrimonio sanjuanino” representa sólo a un sector de la sociedad: a las clases sociales dominantes locales que desde mediados del siglo XIX perseguían un proyecto de Estado-Provincial equivalente al Estado-Nación Argentino. En este sentido vale decir que, particularmente en San Juan, se apuntalaron históricamente dos premisas básicas, dos principios de inclusión-exclusión para la incorporación de la población, territorio y economía de su territorio: considerar a la provincia “libre” de población indígena y borrar la vinculación con Chile exaltando la participación de los sanjuaninos en la soberanía argentina (Escolar 2001).
También en las reelaboraciones que realizan los museos de la provincia de San Juan están presentes todos lo elementos conceptuales con los cuales se caracteriza al Patrimonio Arqueológico provincial en la ley N°6.801, que como hemos mencionado tiene estrecha relación con las representaciones del pasado indígena local provistas por los arqueólogos. Los museos arqueológicos de la provincia, autodenominados repositorios legales del Patrimonio Arqueológico local, también hacen uso de conceptos de cultura e identidad que resultan problemáticos en su abordaje social del Patrimonio Arqueológico y Cultural en general. La cultura es concebida como localizada y homogénea, como elemento residual o externo a los sujetos y posible de ser definida a partir de rasgos estáticos homogéneos e identificatorios de un “ser sanjuanino” ideal. Se afirma que los museos irradian cultura, porque la cultura está en el museo. Se confunde cultura con un conjunto de objetos estáticos que por su sola cualidad de antiguos transmiten saber. De ahí que se conciba a estos espacios como lugares en donde se acumula conocimiento ¿Qué ocurre con aquellos que no visitan el museo?
Por último, las clasificaciones confusas de patrimonio cultural, histórico, arqueológico, etnológico, natural, provista en la legislación se trasladan también al discurso de los museos. Las palabras claves de “modernización” y “desarrollo”, junto a “conocimiento científico”, aparecen conjugadas en el discurso de los museos en un sentido similar al de la legislación provincial.
UNA ETNOGRAFIA PARA LA CONSTRUCCIÓN COLECTIVA DE UNA ARQUEOLOGIA DISTINTA
Luego de más de un año y medio de trabajo en la provincia de San Juan indagando sobre las narrativas y relatos locales del pasado indígena, nos encontramos frente a la posibilidad de poder articular estas reflexiones con los sentidos que emanan de los sujetos con los que fuimos construyendo esta nueva mirada de la arqueología, o por lo menos de aquella arqueología que queríamos hacer a través de una construcción colectiva. La gente de las áreas rurales y urbanas de la provincia: pobladores, maestros, alumnos, guías y directivos de museos, oficiales gendarmes, agentes municipales y del Estado provincial, arqueólogos y coleccionistas, todos ellos nos fueron dando pistas sobre sus puntos de vistas siempre diferentes y diferenciales. De esta forma, luego del trabajo de campo, que implicó una metodología de tipo etnográfica con empleo de observaciones, entrevistas, relevamientos de documentos, seguidos de charlas, talleres y jornadas en espacios educativos, museos y universidad, nos encontramos con una escisión entre lo que para nosotros constituía, desde el saber científico, un ‘bien patrimonial’ o arqueológico, y lo que para nuestros interlocutores era una construcción histórica de sentido atravesada por su lugar especifico en el mundo.
Nuestra propuesta para la conservación y preservación del patrimonio arqueológico, es en sí misma una provocación crítica a estos mismos conceptos empleados por la arqueología y, al mismo tiempo, se inscribe en una pedagogía que parte fundamentalmente del reconocimiento de que cada sujeto es portador de un saber, y concepciones del mundo y, por tanto, cada uno puede aportar a la construcción de conocimiento (Freire, 2003a, 2003b; Neufeld, 1999). En congruencia con esto, la metodología de trabajo optada se articula en una investigación que indaga acerca de los conocimientos locales del pasado-presente indígena desde la propia construcción de sentido de los sujetos devenidos en interlocutores válidos. Estos últimos, a través de sus experiencias tematizan al “patrimonio arqueológico” inscribiéndose en matrices discursivas que poseen su propia historia y desde donde también otras voces hablan y dicen a través de ellos, tejiendo así complejas tramas de interacción social vinculadas a diversos planos y registros de la vida de los sujetos.
La noción de diálogo resulta fundamental en nuestra teoría y practica arqueológica, puesto que hablar de diálogo habilita a que dentro del proceso de investigación puedan articularse distintos saberes en la construcción de conocimiento y es a partir de esta articulación desde donde puede emerger la posibilidad de la construcción teórica de un objeto de estudio arqueológico. Partir desde lo dialógico, implica adherir a una concepción determinada de sujeto, dado que el diálogo sólo es posible desde la relación sujeto-sujeto y no de la de sujeto-objeto. Esta relación parte la idea de que todo sujeto es portador de una historia con sentido y toda historia con sentido es importante de ser conocida (Piña, 1986). Sin embargo, estos supuestos no se encuentran restringidos a la sola experiencia del sujeto investigador, sino que son parte de una relación dialéctica por la cual, tanto el investigador como el sujeto de la problemática se constituyen mutuamente. De esta forma, son los distintos saberes en tensión los que dan lugar a la producción colectiva de conocimiento durante todo proceso de investigación.
Cuando hablamos de producción colectiva nos referimos entonces, a una forma distinta de pensar al ‘otro’ y, por ende, a todo trabajo de investigación. Así, se abre la posibilidad de una historización del “yo” con el “otro”, que al revivir las experiencias de cada uno permite hacer pensar al “otro” y, al mismo tiempo, el “otro” me hace pensarme a “mí mismo” (Bianchi y Silvano, 2001). Por otro lado, toda interpelación de “uno” frente a ese “otro”, requiere siempre que ambos se posicionen, implícita o explícitamente, con el fin de reconocer la igualdad en la diferencia (ídem). Así, al pensar a partir desde una relación dialógica, poco a poco se va dando lugar a nuevas formas de interpretar y abordar tanto el presente como el pasado que lo constituye. El patrimonio arqueológico bajo el prisma de las significaciones sociales.
El caso de Malimán
¿Acaso el propio término de patrimonio no encierra aquella misma práctica a la cual buscamos oponernos? ¿Es posible articular los diversos saberes (el de los sujetos de las comunidades y los nuestros -investigadores-) aún cuando hasta el lenguaje que empleamos resulta ya distante y anacrónico? Una manera de dar respuesta a estas preguntas es a partir de lo que los mismos pobladores de Malimán nos contaron durante una entrevista:
Poblador -¿Por la radio han dicho que no se puede tocar nada…
Carina Jofré – ¿Y ustedes qué piensan de eso? CJ -¿Digamos, eso es lo que dicen en la radio, pero qué piensan de eso? P -¿Si lo piden en nombre de la ciencia… pongamos acá, ese pedacito de tierra nos dicen lo que hacen… si van a venir y no van a hacer nada, o van a dejar eso así no más, o lo van a destruir… (…) que vengan como turismo, a ver, bueno, está bien… porque capaz que ustedes como turismo, qué sé yo, pueden comprar algo, pueden dejar algo… pero si van a venir a romperlo o a llevárselo, no…
Gabriela González -¿Y acá ha pasado eso, han venido los arqueólogos u otra gente a llevarse las cosas arqueológicas? P -No… no, porque aquí no hay gran cosa como en otros lugares de la zona (….) que yo, que haya visto que haya pasado, no. GG -¿Y usted sabe de algún lugar en el que haya cosas?
P -¿Cayanitas? Les llamamos así nosotros…
CJ -¿Cayanitas? P -Claro, cayanas… de los cántaros… nosotros todos los días vemos cayanas.
CJ -¿Y la abuela María tiene memorias de esto?
P -No, no, no… ella, no… nunca nos ha comentado de historias…
CJ -¿O nunca le preguntaron? P -Bueno, ahí está el tema… nosotros no le damos importancia. Pero si viniese un contacto del gobierno, llevan esto ustedes (señala un objeto) y cobran por él, ahí sí le vamos a dar importancia (…) Cobren por ahí $2 por ver el lugar (se refiere a los sitios arqueológicos). Si usted va a entrar y va a sacar… pero, cobrándole, sí…
A través de esta entrevista realizada en noviembre de 2006 a una familia de Malimán, un pequeño poblado de 40 habitantes en el Distrito Angualasto, al norte del Departamento Iglesia, pudimos comprender que las “cayanitas”, lo que para nosotros son fragmentos de cerámica indígena de épocas pasadas, al estar inscriptas en el mundo de lo cotidiano forman parte de las experiencias vivibles de los sujetos. Y si bien, las cayanitas también son referentes arqueológicos, es decir, son buscadas por los/as arqueólogos/as, no están estrictamente patrimonializadas, como sí lo están los objetos considerados de “valor patrimonial”: los objetos arqueológicos completos, los cuerpos momificados, los sitios arqueológicos, etc. Mientras que las cayanitas parecen inscribirse en el mundo de lo cotidiano, lo arqueológico se constituye a partir de su apropiación y expropiación por parte de la ciencia para el Estado, en tanto bien que adquiere un valor científico, según lo enuncian las investigaciones y la legislación patrimonial.
En la entrevista citada, el poblador sostiene que ellos no le dan interés, es decir, las “cayanas” forman parte constitutiva de sus experiencias cotidianas en el lugar, y en tal sentido no son objetivadas estrictamente como objetos de valor científico y/o de mercado. El mismo señala que esa objetivación es externa a ellos y, si bien no la problematiza demasiado, la apropia y la adapta a su realidad de subalternidad, subvirtiendo de este modo el propio sentido hegemónico implicado en el estado de patrimonialización de “lo arqueológico”.
En la versión de la cayana, el poblador de Malimán sostiene que debería instruírselos sobre el valor patrimonial de los restos arqueológicos para, de esta forma, sacar algún tipo de beneficio -en este caso económico- para la comunidad. Es interesante que el entrevistado se refiera a “contactos del gobierno” para aludir a los especialistas que pueden reconocer el valor de estos objetos del pasado. Esta es una percepción que, lejos de estar errada, nos advierte sobre la mirada de los pobladores locales sobre la relación cómplice de los arqueólogos/as con las políticas de intervención del Estado. Al preguntar por “lo arqueológico” los lugareños hacen alusión a aquellos objetos y lugares que son objetivados como arqueológicos por “los que saben” y que, en tal sentido, no pueden tocarse y están prohibidos. Pero también se advierte una apropiación de la lógica moderna desarrollista, abiertamente promocionada en el lugar por los arqueólogos a través de la Universidad Nacional de San Juan, los organismos de incumbencia patrimonial del Estado provincial, Administración del Parque Nacional San Guillermo, el Municipio, y por la Empresa Minera Transnacional Barrick.
Los pobladores sostienen que el patrimonio arqueológico local debe servir para generar alternativas económicas para el desarrollo de las comunidades, tal como también se espera que lo hagan la administración de los recursos naturales del Parque Nacional y las explotaciones metalíferas que actualmente realizan los capitales extranjeros en la región. En esta valorización de lo propio, que se presenta a primera vista como una cuestión de índole económica, se subsumen sentidos de pertenencia relacionados con los procesos de construcción de las identidades locales, enfrentadas o diferenciadas de otras regiones. Es así que los sentidos acerca del pasado muchas veces son utilizados para negociar espacios sociales (Escolar 2003, 2007; Gordillo 2006; Islas 2002). Esta significación de la “cayana” inscripta en el mundo de “lo cotidiano” y en oposición a “lo arqueológico”, puede ser interpretada como una apropiación que intenta subvertir las relaciones hegemónicas de poder que atraviesan la esfera cultural y económica local.
Dicho de otro modo, los discursos de los pobladores de Malimán se montan sobre las propias hegemonías y al hacerlo le dan un sentido local a las políticas desarrollistas (Escobar 2001) involucradas en las significaciones del patrimonio arqueológico en San Juan. No se trata de una simple reproducción de estos discursos hegemónicos, dado que las significaciones locales de “lo arqueológico” son reorientadas esta vez de acuerdo a los intereses sociopolíticos de las comunidades en cuestión, apartándose de los intereses manifiestos de los grupos y sectores de poder. De esta forma, los pobladores de Malimán, representan el patrimonio arqueológico local con sentidos propios anclados en su experiencia con el mundo, distanciándose y generando alternativas al estado de “patrimonialización” (expropiación cultural) al que son expuestos.
A MODO DE CONCLUSIONES
A partir del ejemplo proporcionado con el caso de Malimán, y en el marco de la caracterización que hemos realizado de la arqueología sanjuanina y sus repercusiones en ámbitos públicos, sostenemos que es posible trazar una relación entre la construcción del patrimonio cultural-arqueológico sanjuanino y una epistemología moderna-desarrollista. Para entender esto es necesario situar al patrimonio cultural-arqueológico indígena como parte de una construcción histórica atravesada por relaciones de poder estructuradas y estructuradoras de los espacios y sujetos sociales (Giddens 1987), estos últimos, en tanto agentes actuantes con subjetividades históricamente constituidas.
Durante sus fases de consolidación, el proceso de reordenamiento económico nacional sentó sus bases ideológicas en la des-historización y des-politización de los procesos sociales que subyacen a la pobreza, para el ocultamiento de las relaciones y estructuras de poder y los vínculos estructurales de subordinación y expropiación que ligan a los sectores populares con el conjunto social de la provincia y la nación (Machado Aráoz 2007). Esto último alimentó un imaginario que naturalizó la pobreza como una condición ahistórica, fruto de formas económicas atrasadas, distintas y exteriores a la economía oficial del orden capitalista (ídem).
El ocultamiento del poder en las políticas del desarrollo también se expresó obsecuentemente en la formulación de una ciencia pretendidamente “pura”, desistorizada y desistorizante, coherente con la particular comprensión de la economía como un dominio separado, gobernado por leyes naturales y universales (ídem). Particularmente, en nuestro caso de estudio, esto queda claro en el enfoque científico desarrollista optado en la declaración patrimonial sanjuanina. Allí, con la incorporación de la noción de “patrimonio científico” dentro de la clasificación de bienes patrimoniales que ofrece la ley, queda mayormente expuesto la invocación a un discurso científico-técnico neutral necesario para mejorar las condiciones de viabilidad del paquete cultural para el mercado (por ejemplo, por su posible rentabilidad turística y/o competencia académico-científico).
En un esfuerzo del estado por eliminar o domesticar los fantasmas de la alteridad (Escobar 1991, 2001), “lo arqueológico” es aludido por su importancia científica (en tanto conocimiento instrumental) para el desarrollo cultural (modernización con bases económicas), y no así por su valor como fuente de significación en los procesos de construcción de identidades locales particulares y diferenciadas. Por ello sostenemos que, la “patrimonialización de la cultura material arqueológica” en San Juan no ha implicado la valoración positiva de los Pueblos Originarios en el pasado y en el presente, por el contrario, apoyada sobre la retórica de su extinción ha servido para perpetuar las relaciones de hegemonía/subordinación en la cual ha sido pensada.
En este escenario, la arqueología local no ha tenido capacidad para defender la diferencia cultural, y si bien siempre se ha mantenido de manera pretendidamente neutral en los embates contra las identidades indígenas, sus representaciones sobre el patrimonio arqueológico han alimentado los preceptos modernizantes del desarrollo en tanto principio central necesario como organizador de la vida social de las áreas rurales en la provincia. De manera conjunta, los arqueólogos profesionales, los museos privados y los organismos de administración y control del patrimonio arqueológico en San Juan, en líneas generales, coincidieron en no reconocer otros discursos que involucren ideas y sentidos diferentes acerca de lo arqueológico, lo indígena, y lo patrimonial.
Todo esto ha tenido y tiene un impacto profundo sobre las interpretaciones del patrimonio arqueológico indígena. Los discursos y relatos registrados en las escuelas rurales, los museos y en algunos espacios mediáticos educativos demuestran claramente que, en general, las políticas culturales impartidas en la Provincia de San Juan, y de las cuales también participa la arqueología, suelen partir de un sujeto vacío de significados, tabla raza sobre la que se escribe el progreso. Esto hace posible la reproducción eficaz de retóricas nacionalistas -adoptadas por la provincia- que combaten la diferencia cultural incorporando construcciones discursivas de la arqueología en un proceso de estructuración recursivo.
Fue por medio de la palabra que pudimos ver, y luego reflexionar, acerca del lugar de nuestra práctica. Lugar caracterizado, la más de las veces, por la imposición de reglas y pautas avaladas por un “saber” devenido hegemónico: el científico o académico. El mismo que por radio establece prohibiciones de “no tocar el patrimonio arqueológico” -tal cual nos contaban los pobladores de Malimán, por ejemplo-, es decir, aquellos bienes culturales que por medio de la prohibición se transforman en entidades ajenas a los sujetos, sin posibilidad de formar parte de los procesos de construcción de identidades locales. Por nuestra parte, estamos convencidas de que al redefinir esta relación antagónica de conocimientos, la arqueología puede, desde otro lugar, contribuir a que a los sujetos puedan asumirse en la historia, para su activa participación en los procesos locales de reconstrucción e invención cultural. Por todo lo dicho, al preguntarnos por nuestras propias prácticas discursivas, no pretendemos reducir el presente trabajo a un análisis del lenguaje que como investigadoras empleamos, sino que en dicho preguntarse creemos poder dar con las representaciones y significaciones que poseemos y construimos en nuestras interpretaciones presentes del pasado. Y es esa reflexión (no la imposición unilineal de saberes) la que habilita a una construcción de conocimiento y es capaz de articularse con los conceptos, ideas y significados que los sujetos poseen acerca de su propio patrimonio histórico, cultural y arqueológico. Nos posicionamos desde un paradigma dialéctico-crítico, partiendo del reconocimiento de la igualdad en la diferencia de sujetos históricos en diálogo. Diálogo que habilita el encuentro con el otro por medio de la palabra dicha y sentida; diálogo en el cual, y a partir del cual los sujetos que lo van construyendo se constituyen mutuamente desde las experiencias de vida particulares de cada uno, sus saberes, valorizaciones y significaciones (Freire 2003b).
AGRADECIMIENTOS
El presente trabajo fue preparado a partir de investigaciones realizadas en el marco de proyectos desarrollados desde la Escuela de Arqueología de la Universidad Nacional de Catamarca y dirigidos por la Lic. Ivana Carina Jofré. PFIP 2006-2008, acreditado y financiado por la Secretaría de Ciencia y Tecnología e Innovación Productiva del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación. Convenio 099/ Exp. S.C.T.I.P. 0839/05. PID EDA25995603, 2006-2010, acreditado y financiado por la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Catamarca. Res. C.S. N° 012/05 Exp. 2177/05. Res. Rectoral N° 0602/05. Exp. 02054/05.
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Exposición Mesa Derechos Humanos, Genocidio y Pueblos Originarios. Pre-estreno de la Pelicula Documental «HIJOS DE LA MONTAÑA»
Este próximo Viernes 28 de Octubre de 2011 en el marco del Seminario sobre Derechos Humanos y Genocidio, organizado por el Rectorado de la Universidad de San Juan en colaboración con INADI delegación San Juan, se llevará a cabo la Exposición de la mesa sobre Derechos Humanos, Genocidio y Pueblos Originarios, enfocada en el tratamiento de la Ley Nacional 25.517 de Restituciones de Cuerpos a Comunidades Originarias.
Esta mesa de exposición estara integrada por la dirigente indigena de la Comunidad Warpe del Territorio del Cuyum, el Amta Paz Argentina Quiroga, integrantes profesionales de la misma comunidad y del Colectivo de Arqueología Cayana, y representantes de otras comunidades indígenas y campesinas de la provincia. La mesa contará con la valiosa participación de Osvaldo Bayer, homenajeado por la UNSJ con un Doctorado Honoris Causa.
Esta mesa de exposición, que se desarrollará el proximo viernes 28 de Octubre a partir de las 11.30am en el edificio central de Rectorado de la UNSJ, pretende plantear la temática de Derechos Humanos y Genocidio desde el enfoque de los Pueblos Originarios, replanteando conceptos y proponiendo en el contexto local El RESPETO POR LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS reconocidos constitucionalmente por el Estado Nacional agentino y tratados internacionales. La ley nacional de restituciones de cuerpos humanos indígenas en manos de museos e institutos de investigación plantea un debate aún postergado al interior de la comunidad académica sanjuanina. Esta mesa intentará enmarcar estas demandas en el contexto de la situación general actual de las comunidades indígenas en San Juan y en Cuyo.
Al término de esta mesa de exposición, y como parte de la misma, se realizará el PRE-ESTRENO DE LA PELICULA DOCUMENTAL «HIJOS DE LA MONTAÑA», dirigida por el realizador sanjuanino Mario Bertazzo y auspiciada por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). La película, filmada para la televisión en High Definition (HD) tiene como tema central el reclamo por restituciones de cuerpos indigenas llevados a cabo por comunidades del Norte de San Juan, demandas apoyadas por la lucha warpe y jóvenes profesionales arqueólogos-antropólogos que ponen en crisis las prácticas de las «políticas patrimonialistas y patrimonializantes» del estado provincial afirmadas en los argumentos de la ciencia normativa tradicional.
Este documental novedoso y original por el compromiso con la temática que aborda y por la alta calidad de definición en sus imágenes en un nuevo formato óptico, ofrece además testimonios del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel y del homenajeado historiador Osvaldo Bayer, este último acompañará el pre-estreno de este documental en la jornada.
ENLACES DE INTERÉS RELACIONADOS:
http://www.unsj.edu.ar/vista_not.php?id_noticia=2287
http://es-es.facebook.com/pages/PRENSA-UNSJ/187994117919314?sk=wall
http://inadi.gob.ar/san-juan/
RESULTADOS DE LA REUNIÓN INFORMATIVA Y DE DEBATE-JÁCHAL
COMUNICADO 22 de Junio de 2011
En el dia de ayer 21 de Junio se realizó en Jachal la tan esperada reunión para conversar con autoridades locales respecto al proyecto de vertedero de residuos y la posibilidad de la creación de una area protegida en Pachimoco. La reunión se llevó a cabo finalmente en el salón de conferencias de la Municipalidad de Jáchal y allí asistimos representantes de la Comunidad Warpe del Territorio del Cuyum, de Cayana Colectivo de Arqueología, Grupo de Estudiantes Autoconvocados de Trabajo Social GETSA, docentes y profesionales independientes de San Juan, docentes y pobladores de Pachimoco y de Jáchal, periodistas locales, integrantes de la Asamblea Contra la Contaminación y el Saqueo, oficiales de Gendarmeria Nacional Escuadrón Jáchal y el Secretario de Gobierno del Municipio de Jachal acompañado del responsable del área ambiental del municipio.
La reunión se desarrolló durante 3 horas y en ella se expusieron los temas a tratar haciendo énfasis en la apertura de un dialogo con el municipio del cual pudieran derivarse acciones concretas a realizar para dar respuestas compatibles con el reclamo que veniamos realizando al municipio desde el año 2006. La reunión fue muy fructífera y allí se solicitó al secretario de gobierno del municipio de Jachal, Sr. Mario Luna, la conformación de una red de trabajo en la cual se sumen distintos actores representando los diferentes sectores de la comunidad local y profesionales competentes que puedan comenzar a trabajar en el diseño del Area Protegida Comanejada entre Municipio y Comunidad con intervención de Areas Protegidas dependiente de la Secretaria de Medioambiente de la Provincia de San Juan. Solicitamos que el municipio se ponga al frente de convocar próximamente a la comunidad para participar de espacios de encuentro y diálogo en los que se pueda realizar una consulta participativa genuina sobre el proyecto del área protegida en Pachimoco.
Se nos explicó que las obras del vertedero no pueden trasladarse de lugar debido a un complicado trámite de expropiación de tierras que implica una seria revisión y costos económicos en el orden municipal y provincial. En vista de esto, la negociacion de partes implica aceptar la actual localizacion del proyecto pero sujeta a un control estricto a través de un cordon de amortiguamiento dentro del área protegida, posiblemente en un área de usos multiples a determinar. No obstante, se manifestó que este punto debe ser esclarecido y discutido con mayor información para todos.
Entre otras propuestas importantes de la reunión se destacan:
a. Considerar a Pachimoco como SITIO SAGRADO para no incurrir en la patrimonialización estatal de lugares de memoria colectiva, lo cual en la experiencia provincial implica la creación de figuras ficticias de control que solo representan modelos neocoloniales de expropiación, se citaron varios trabajos y experiencias locales que ejemplifican estos casos, tal es el caso de la aldea de Angualasto, entre otros.
b. Que el grupo de trabajo que se conforme a través de la convocatoria de una red social en la que participen distintos actores de la comunidad de Jachal y de San Juan no esté constituido solamente por la presencia de «profesionales expertos», si no que se asegure la real participación de docentes y alumnos de las escuelas del área, pobladores de Pachimoco y alrededores, comunidades y organizaciones indígenas, ademas de profesionales indóneos que tengan demostrada competencia en el conocimiento del área y del trabajo a realizar.
Posteriormente a esta reunión en el municipio, parte de los presentes nos trasladamos a Pachimoco para visitar la Escuela Bienvenida Sarmiento, allí pusimos en conocimiento a todo el grupo docente y directivos de la misma los resultados de esta primera reunión. Por último el cierre del encuentro fue una ceremonia por el comienzo de las celebraciones del año nuevo de los Pueblos Originarios que da inicio con el solsticio de invierno el 21 de junio. Este escuentro llenó de contenido emotivo la acción realizada y nos permitió hacer un balance de lo vivido en la jornada, preparándonos para un nuevo año en el que tenemos la posibilidad de quemar k-uak-jenet (aquello malo) que deseamos dejar atrás y lau-taite-guiam (renacer renovados).
Agradecemos enormemente a todos los que se dieron cita ayer, y los que nos hicieron sentir su apoyo y también al municipio de Jachal por poner a disposición un vehiculo para trasladarnos grupalmente de regreso a San Juan.
Lic. Carina Jofré.
Cayana Colectivo de Arqueologia
Reunión Informativa y de Debate para proteger a Pachimoco, Jáchal
COMUNICADO DE PRENSA
14 de Junio de 2011
En relación a las repercusiones periodísticas en medios escritos y radios locales que se hicieron eco de nuestra convocatoria en el Departamento Jachal, desmentimos la información proporcionada sobre un supuesto corte de ruta a la altura del Dique Pachimoco. Las acciones realizadas hasta el momento en coordinación con docentes y pobladores de Jáchal se remiten solamente a la organización de una REUNIÓN INFORMATIVA Y DE DEBATE programada para el dia martes 21 de Junio del corriente año. Esta reunión tiene como cometido informar debatir y consensuar con la comunidad local la propuesta de declaración de Pachimoco como Area Protegida, como una posibilidad concreta de proteger el antiguo asentamiento aborigen y su entorno natural, y una manera de amortiguar los posibles impactos de la obra del nuevo vertedero municipal.
Deseamos aclarar también que debido a las mencionadas tergiversaciones que algunos medios realizaron como medida de presión, la Escuela Bienvenida Sarmiento tomó la decisión institucional de no involucrarse en la organización de la reunion informativa y de debate que veniamos programando. Asi mismo, vecinos de Jachal nos hicieron llegar el pedido de realizar el encuentro en un lugar ubicado en el centro de la Villa de San José de Jachal para poder darse cita, en vista de la distancia que existe hasta el paraje de Pachimoco (10km). Debido a estas situaciones, el encuentro se realizará en el Salón del INTA -a dos cuadras de la Plaza Principal-
El programa del encuentro es el siguiente:
10.30hs. Inicio de reunión informativa y debate. Salón INTA
13.30. Visita a Pachimoco.
17.16hs. Ceremonia Solsticio de Invierno presidida por Amta de la Comunidad Warpe del Territorio del Cuyum.
Invitamos a todos los vecinos del departamento a participar de este encuentro, muy especialmente a aquellos vecinos e instituciones educativas que se encuentran dentro del área de Pachimoco o áreas colindantes, asi mismo invitamos a organizaciones sociales, funcionarios municipales, e interesados en general. Agradecemos a las personas y organizaciones sociales, estudiantiles y profesionales que nos han hecho llegar sus adhesiones a cayanacolectivodearqueologia@gmail.com
Cayana Colectivo de Arqueología
Comunidad Warpe del Territorio del Cuyum
COMUNICADO DE PRENSA
10 de Junio de 2011
Comunicamos a todos los interesados, que por razones de fuerza mayor, la actividad programa para el dia 21 de Junio se realizará fuera de las instalaciones de la Escuela Bienvenida Sarmiento, en el predio del camping frente a la represa. El horario se mantiene a las 13.30hs.
Cayana Colectivo de Arqueologia
COMUNICADO DE PRENSA
San Juan 07 de Junio de 2011
A través de este comunicado solicitamos el apoyo social para una acción colectiva iniciada desde la Escuela Bienvenida Sarmiento, ubicada en el Paraje de Pachimoco, para la defensa de un lugar con enorme valor social, natural, cultural e histórico para la comunidad de Jáchal. Desde el año 2006 un proyecto de radicación de un Vertedero de Residuos en las inmediaciones de la escuela y del antiguo asentamiento prehispánico de Pachimoco alertó a los docentes a trabajar activamente en la defensa de su hábitat. Con ayuda del Colectivo de Arqueología Cayana, los docentes de la escuela realizaron sendos estudios, produjeron documentos y presentaciones que fueron llevadas ante las autoridades Municipales de Jáchal y de la Secretaría de Medioambiente de la Provincia de San Juan sin recibir hasta el momento una respuesta satisfactoria que asegure la integridad social, histórico, cultural y ambiental del área Pachimoco.
El proyecto del vertedero se presenta como una iniciativa del Gobierno Municipal de Jáchal para mejorar la calidad de vida de los vecinos del sur y centro del Departamento, esto a costa de la calidad de vida de una pequeña parte de la población local que habita el sector noroeste donde se emplaza el conocido Paraje de Pachimoco. A pesar de no contar con la licencia social de los vecinos directamente afectados por las obras, ni con todos los permisos necesarios para un proyecto de su naturaleza, el nuevo vertedero de residuos del municipio se encuentra en marcha poniendo en riesgo la salud de una pequeña comunidad educativa que recibe a estudiantes de escasos recursos provenientes en su mayoría de puestos aledaños. Por su parte, los Estudios de Impactos presentados por la UNSJ muestran omisiones gravísimas que ponen en evidencia la desinformación e intereses de los ejecutores del proyecto.
El establecimiento del vertedero podrá significar un cambio paisajístico radical imposible de ser mitigado y/o corregido una vez iniciada la obra. Recordemos que el vertedero será colindante pocos kilómetros de los antiguos asentamientos arqueológicos (su localización fijada está a poca distancia del Mirador de Jáchal o bien llamado localmente “La Trinchera de los indios”), del dique Pachimoco, del bosque lindante, de la escuela Bienvenida Sarmiento, y de las fincas privadas en los sectores de La Puntilla. Las recomendaciones técnicas para mitigar el impacto en estas circunstancias resultarían un intento absurdo por compatibilizar este paisaje social, natural e histórico de Jáchal con la presencia de un emprendimiento altamente tóxico (por el alto grado de emanación de gases que producirá), irruptivo (porque se localiza a solo 3mil metros de una comunidad educativa y población dispersa, y es adyacente a un yacimiento arqueológico y sitio sagrado), e irreversible (por los impactos definitivos que podrá generar en la comunidad y en el paisaje social-natural en donde pretende efectuarse la obra). Para lo cual, consideramos que el municipio deberá ponderar nuevamente sus prioridades.
Como si fuera poco, desde finales del 2010 una empresa privada pretende instalarse en otras áreas del barreal de Pachimoco con una planta para la fabricación de explosivos necesarios para el desarrollo de tareas en las obras de proyectos megamineros de la zona. Hasta la fecha no hemos podido acceder a los Estudios de Impactos del proyecto de esta obra, la cual ya se encuentra también en marcha.
En vista de esta complicada y urgente situación, y dado que a la fecha las autoridades competentes no han dado respuestas a nuestras solicitudes de audiencias privadas y tampoco nos garantizan espacios públicos genuinos de participación y debate acerca de estos proyectos locales, los docentes de la Escuela Bienvenida Sarmiento y profesionales del Colectivo Cayana convocamos a los vecinos de Jáchal y de distintos puntos de San Juan, organizaciones sociales, educativas, ambientalistas, gremiales y políticas, funcionarios públicos, y todos aquellos interesados a una REUNIÓN INFORMATIVA Y DE DEBATE en las instalaciones de la Escuela Bienvenida Sarmiento, cito en Ruta Internacional N°150, a la altura del Dique Pachimoco, Departamento Jachal, San Juan. La reunión se efectuará del día Martes 21 de Junio, dando inicio a las 13.30hs y finalizando a las 17hs. del mismo día.
Rogamos a todas aquellas organizaciones que deseen sumarse con adhesiones pueden hacerlo vía e-mail a la casilla de correo: cayanacolectivodearqueologia@gmail.com También pueden acceder a más información en https://cayanacolectivodearqueologia.wordpress.com/2010/10/24/alerta-escuela-de-pachimoco-pelea-por-la-relocalizacion-de-un-proyecto-de-radicacion-de-un-vertedero-de-residuos-en-jachal-norte-de-la-prov-de-san-juan/
Finalmente, agradecemos a todos aquellos que puedan poner a disposición vehículos particulares, u otros, para poder movilizar a los interesados en asistir a este encuentro.
Cayana Colectivo de Arqueología (www.cayanacolectivodearqueologia.wordpress.com)
Protegido: PROYECTO DOCUMENTAL CAYANA
ENLACES DE INTERES
- SITUACIONES. COLECTIVO DE INVESTIGACIÓN MILITANTE http://www.situaciones.org/
- ARQUEOLOGIA DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA. Equipo de Investigación. http://www.guerraenlauniversidad.blogspot.com/
- ANTROPOCAOS. http://pueblodecaos.blogspot.com/
- GEAPRONA. Grupo de estudios en aboriginalidad , provincias y nación. http://www.filo.uba.ar/contenidos/investigacion/institutos/antropo/etnologia_etnografia/geaprona/publicacion.htm#Publicaciones%20digitales%20en%20páginas%20web
- ARQUEOLOGIA COMO PRAXIS SOCIAL http://arqueologiacomopraxissocial.wordpress.com/
- iNDYMEDIA-DIARIO DIGITAL http://argentina.indymedia.org/
- ESPACIO POR EL AGUA http://www.espacioporelagua.com.ar/
Cayana en radio arinfo.com.ar
Entrevista a Carina Jofré del «Colectivo de Arqueología Cayana» en el Programa «Magazine Eliana» en radio arinfo.com.ar. Lunes 25 de Octubre de 2010.
Para escuchar la entrevista cliqueá en Programa «Magazine Eliana» http://arinfo.com.ar
http://magazineeliana.blogspot.com/2010/10/la-arqueologia-mas-cerca-de-todos-en-el.html